El PSOE de Andalucía, con motivo del Día de la Memoria Histórica y Democrática, ha denunciado el “grave abandono” que el Gobierno andaluz, presidido por Juan Manuel Moreno Bonilla, ha ejercido durante los últimos siete años sobre las políticas públicas de Memoria Democrática. Así lo ha expuesto el secretario para la Memoria Democrática de PSOE-A, Juan Francisco Colomina, quien han aprovechado para honrar de esta manera la memoria “de todos los andaluces y andaluzas que fueron asesinados durante la guerra y la dictadura franquista”.
La Ley de Memoria Histórica y Democrática fue publicada en el BOE el 28 de marzo de 2017 y en estos ocho años de vida, siete han estado bajo mandato del gobierno del Partido Popular. En todo ese tiempo se ha incumplido de forma sistemática con sus obligaciones, desmantelando las iniciativas destinadas a la reparación, reconocimiento y justicia para las víctimas de la Guerra, la dictadura franquista y la represión posterior.
“El Gobierno de Moreno Bonilla ha dado la espalda a los familiares de miles de personas asesinadas y desaparecidas en Andalucía”, denuncian desde el PSOE-A. “Mientras el Gobierno de España ha destinado más de 6,5 millones de euros para las exhumaciones, la Junta apenas ha presupuestado 125.000 euros para 2025”.
La Junta de Andalucía sigue sin completar el censo de víctimas del franquismo, ni ha puesto en marcha un banco de ADN que permita avanzar en la identificación de los restos encontrados en las fosas comunes repartidas por todo el territorio andaluz. Esta falta de acción dificulta el derecho de las familias a conocer el paradero de sus seres queridos y darles una sepultura digna.
Fosas comunes
Del mismo modo, el Ejecutivo andaluz ha mostrado una escasa implicación en los procesos de exhumación de grandes fosas comunes como las de Pico Reja y Monumento, en Sevilla; las localizadas en el cementerio de la Salud y San Rafael en Córdoba; el camposanto jienense de San Eufrasio o el de la Soledad de Huelva.
Solo en estas fosas (más la exhumada en su día en Málaga) se contabilizan más de 10.000 restos mortales de represaliados por el franquismo y que han contado con el impulso y financiación han dependido en su práctica totalidad de la Secretaría del Estado para la Memoria Democrática del Gobierno de España.
Tampoco se ha procedido a la inscripción oficial en el inventario autonómico de los Lugares de Memoria Democrática decretados en 2012, ni se ha promovido la incorporación de nuevos espacios. La propia consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, reconoció en sede parlamentaria la existencia de más de una veintena de propuestas pendientes desde la anterior etapa socialista.
A ello se suma la inacción respecto al Consejo Andaluz de Memoria Democrática, cuyo mandato caducó hace más de dos años. Desde entonces, el órgano no ha sido renovado ni convocado, en claro incumplimiento de la ley y en perjuicio de las asociaciones memorialistas, que han perdido así un cauce fundamental de participación.
El símbolo franquista que aún persiste en la fachada de la Escuela de Arte de Almería, pese a contar con todos los permisos para su retirada, constituye otro ejemplo del desinterés del actual gobierno andaluz por cumplir con lo dispuesto en la normativa vigente sobre memoria histórica.
Asimismo, la Junta no ha desarrollado el II Plan Andaluz de Memoria Democrática, que acumula ya un retraso de tres años, y apenas ejecutó el 45,59% del presupuesto del primer plan cuatrienal (2018-2022), dejando en evidencia la falta de compromiso presupuestario con esta política pública.
Entre otros asuntos, sigue sin constituirse el Instituto de la Memoria Democrática de Andalucía, una figura clave prevista en la ley para canalizar y coordinar todas las actuaciones en esta materia.
Blanqueamiento del franquismo
Desde el PSOE-A se denuncia también el uso de “maniobras ideológicas” como la creación del llamado Comisionado de la Concordia, que consideran “un intento de equiparar víctimas y verdugos y blanquear la dictadura”.
La equiparación de figuras como Rafael Alberti con José María Pemán, o el nombramiento de Antonio Membrilla, como presidente del Patronato Federico García Lorca. Alguien que calificó la memoria como “memez histórica” y que aseguró que la Guerra Civil fue consecuencia de “la quiebra de la convivencia” y no del fracaso del golpe de estado contra la II República, “demuestran una clara intención del PP andaluz de desvirtuar el sentido de la memoria democrática”.
El PSOE de Andalucía reclama una política pública sólida, con recursos, planificación y diálogo con las asociaciones memorialistas, para que se cumpla la ley y se garantice la verdad, la justicia y la reparación para todas las víctimas del franquismo.
“Andalucía no puede mirar hacia otro lado. El abandono de la memoria es una forma de revictimización”. Desde las filas socialistas reclaman a la Junta de Andalucía que cumpla la ley y restituya la dignidad de quienes “lucharon y murieron por la libertad y la democracia en nuestra tierra”.